5 octubre 2024

Los incendios en el norte del planeta batieron su récord anual de emisiones de CO₂ en 2021

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Los incendios en el bosque boreal, el anillo verde que rodea el Ártico, vienen en aumento desde hace dos décadas, con un punto alto en 2021, año en que estos fenómenos emitieron más CO₂ desde que se tiene registro, advierte un estudio recién publicado.

Estos incendios son alimentados por condiciones más secas y cálidas causadas por el cambio climático, y al ser causantes de la liberación de gases de efecto invernadero contribuyen a su vez al calentamiento global, en un círculo vicioso.

El bosque boreal, que se encuentra principalmente en Siberia, el norte de Canadá y Alaska, es el área silvestre más grande del mundo, pero hasta ahora no ha recibido la misma atención que la selva tropical, destaca el estudio.

Los incendios en bosques boreales normalmente representan un 10% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono (CO₂) por fuegos, contribuyeron con un 23% en 2021, lo que supone un nuevo récord anual.

Aumento de incendios desde hace dos décadas

Así se recoge en un estudio realizado por 18 investigadores de instituciones de Alemania, Australia, China, Chipre, España, Estados Unidos, Francia o Países Bajos, y publicado en la revista ‘Science’. En la relación de autores figura Emilio Chuvieco, de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid).

“Los bosques boreales podrían ser una bomba de relojería de carbono y los aumentos recientes en las emisiones de incendios forestales que vemos me preocupan porque el tiempo corre”, apunta Steven Davis, de la Universidad de California.

Los bosques boreales han recibido una menor atención que los tropicales

Los incendios forestales extremos, que afectan el clima a través del dióxido de carbono que emiten, se han vuelto más comunes. En los bosques tropicales han recibido una atención notable por sus emisiones, mientras que los de los bosques boreales (al norte del planeta) han atraído mucha menos atención, a pesar de que se trata del bioma terrestre más grande del mundo y los fuegos en estas regiones liberan de 10 a 20 veces más carbono por unidad de área quemada que otros ecosistemas.

Los enfoques basados en satélites para seguir las emisiones de CO₂ de los incendios pueden pasar por alto las de pequeños fuegos. Además, el dióxido de carbono es difícil de identificar en los incendios y puede permanecer en la atmósfera durante cientos de años, lo que significa que las concentraciones de CO₂ de fondo son bastante altas en comparación con las liberadas por pequeños siniestros forestales.

El círculo vicioso de la sequía, los incendios y los gases con efecto invernadero

Para analizar mejor las emisiones de incendios, y en las regiones boreales en particular, los investigadores utilizaron un nuevo enfoque para rastrear indirectamente las emisiones de dióxido de carbono de incendios.

Los autores utilizaron datos satelitales de Mopitt (instrumento de mediciones de la contaminación en la troposfera), el instrumento satelital con la serie de tiempo continuo más larga de mediciones de dióxido de carbono hasta la fecha, para calcular las emisiones semanales globales de monóxido de carbono y dióxido de carbono de los incendios en las regiones boreales a través de un enfoque de sistema de inversión atmosférica.

Esto reveló una tendencia de dos décadas de expansión de los incendios de verano en los bosques boreales desde 2000 y emisiones récord en 2021, coincidiendo con una ola de calor severa, sequía y un alto déficit de agua en esas regiones durante ese año.